jueves, 28 de abril de 2011

LA NO MUY INCREÍBLE HISTORIA DE LOS #NAZISCRIOLLOS


Nunca me llamó la atención conocer Alemania. Siempre que intenté ir, cuando hacía mis estudios en Italia, sentía frío. Incluso en verano, un gélido aire pasaba por mis huesos cuando escuchaba "Andiamo alla Germania". Finalmente fui, un par de años luego de haber regresado a Colombia. Nos hospedó un amigo colombiano, para mí desconocido, de un amigo no muy cercano, pero al fin y al cabo amigo.

Visita obligada: Sachsenhausen, un campo de concentración nazi en Oranienburg, una población a las afueras de Berlín. Y luego, en la propia capital, cerca a la Puerta de Brandenburgo, el Monumento a los Judíos asesinados en Europa (Denkmal für die Juden Europas ermordeten)y el Museo Judío de Berlín (Jüdisches Museum Berlin). Citas inaplazables con la historia cruel, no de un país sino de la humanidad. Ir a Berlín y no pasar por allá es como no haber estado. Es la mínima reivindicación de la memoria de un pueblo que padeció la sevicia a la que puede conducir una idea absolutizada.

Mientras se va recorriendo un capítulo horrendo de esa historia, las preguntas por los alcances del hombre suelen ser recurrentes: ¡Hasta dónde hemos llegado por defender una causa de cuya veracidad estamos mendazmente convencidos! La impresión nos dejó atónitos y perplejos.

Estando ya de regreso a casa, en una de las estaciones del metro, uno de mis compañeros de viaje, el gracioso que nunca ha de faltar, ante una sugerencia de nuestro anfitrión en Berlín y para distensionar un poco el momento, levantó su brazo derecho hacia él y con la palma de la mano extendida le gritó, haciendo sonar sus zapatos: "Heil Hitler". ¡Santo Dios! En qué problema nos habíamos metido. Se han de imaginar el silencio imperante en aquellas estaciones en las que un simple estornudo se escucha como una bomba atómica y, por lo tanto, el eco que logró el saludo prohibido. Andrés, que así se llamaba quien nos acogió, le ordenó fuertemente al gracioso que jamás hiciera eso en Alemania. Y mientras nos explicaba la gravedad del asunto, a lo lejos se acercaba un policía con no muy buena cara. Pasaportes, preguntas, que de donde vienen, que para donde van, que donde se están quedando, que una y otra cosa. Mientras seguíamos el alegato "en diferido" (todo en alemán, que no entendíamos ni J pero que intuíamos por los gestos del policía) se nos pasaron toda clase de pensamientos por la cabeza: la deportación, el arresto, la multa. Pero, bueno, como a todo Colombiano lo acompaña, cuando se deja, un golpe de gracia, nuestro amigo logró convencer a los uniformados de que todo se reducía a un simple equívoco.

La anécdota, hoy la recordamos con simpatía y no pude dejar de traerla a la memoria cuando en estos días la @revistasemana publicó "La noche de los nazis criollos", crónica de la congregación de un grupo de simpatizantes de Adolfo Hitler reunidos en Bogotá para rendirle un homenaje por el aniversario 122 de su nacimiento.
Cuando terminé de leer el artículo salió de mi boca una carcajada sarcástica porque solo eso me mereció semejante adefesio. Me fui al barrio y me encontré con que idéntica reacción había causado: No se hizo esperar el hashtag #naziscriollos donde la comunidad se ha podido burlar de la intrepidez mezclada con ignorancia de estos vergonzantes colombianos que de sangre aria no tienen ni una pizca. Lo curioso del tema es que de haber estado en la alemania nazi hubieran sido los primeros en ir a las cámaras de gas.

Por ello me parece que no es muy increíble que hubiera tenido lugar en Colombia un circo de esas proporciones. Un país donde nos vivimos matando con pistolas o con palabras no está muy lejos de una ideología como la que ellos defienden. Sin embargo es ridículo. Estoy convencido que ninguno de ellos es consciente de lo que hace porque ninguno sabe qué es, en verdad, el nacionalsocialismo. Los motiva una figura pero no saben nada de sus ideas. No son nazis en verdad, son pseudo correligionarios de un anti-héroe; han demostrado unos niveles estrepitósamente bajos de autoestima al querer congregarse como una "Tercera Fuerza" de la que no podrían cantar más que el "Heil Hitler".

Su pantomina es la evidencia de que somos un país de pobres payasos con pretensiones de dueños de circo.

lunes, 25 de abril de 2011

EL EFECTO "CONTRAVÍA"


Creo que fue en el noticiero Criptón, por allá en los años noventa, cuando vi por primera vez a Hollman Morris presentando una noticia. Yo era apenas un niño y los noticieros eran un espacio obligado que había que ver con la familia porque no había más que tres canales de televisión y un puñado de programas que terminaban, creo,a las diez de la noche.

Hollman era apenas un veinteañero pero transmitía la seguridad de quien ya estaba curtido en el oficio. De un momento a otro desapareció de las pantallas trasladándose a la prensa escrita y, de allí, al exilio, a cuenta de sus denuncias que necesariamente levantaron ampolla en más de un señalado (o quien así se sentía) hasta ponerle precio a la cabeza del periodista.

La vida cómoda e indolente europea no lo atrajo (si yo encontré qué hacer en Europa, ¿Cómo no iba tener en qué entretenerse Hollman?)y regresó para ir configurando el proyecto que se hizo realidad el 20 de julio de 2003: "Contravía", un espacio de televisión auspiciado por el Programa Andino para la Democracia y los Derechos Humanos de la Unión Europea. De ese modo nacía un programa que daba voz a las víctimas a través de sesudos documentales que han buscado siempre y, sobre todo, que Colombia no caiga en los brazos de la amnesia y la indolencia, sino que haga memoria y construya su historia a través de la verdad; por ello Contravía ha registrado lo mismo un desplazamiento, una masacre, una injusticia de los actores del conflicto o de las fuerzas oscuras detrás de las cuales se puede remitir a un gobernante, que un escándalo de corrupción o clientelismo.

El proyecto de Morris, que pronto cumplirá ocho años al aire, le ha traído grandes satisfacciones pero también le ha granjeado no pocos enemigos. En esta Colombia en la que el prejuicio manda que quien muestra la realidad abyecta de la violencia esté enfilado en uno u otro bando, en esta Colombia que ha visto nacer y morir a tantos periodistas que en honor a la verdad han entregado su vida, en esta Colombia que nos duele, algunos señalan mendazmente a Hollman como guerrillero, revolucionario y enemigo de la paz. Los apasionamientos, que nunca han sido buenos consejeros, han hecho que la verdad sea muchas veces escondida y esa misma verdad cuando sale a la luz, duele.
Duele porque las mentiras, lamentablemente, han sido patrimonio de muchos que se creen con suficiente autoridad para gobernar con la fuerza y tapar con la tiranía. No es cosa de la última década. Pareciera una costumbre atávica.

Contravía dice la verdad a su modo; y es que la historia siempre ha sido la que han contado los vencedores; Contravía es la historia contada desde el pabellón de las víctimas. Por ello tiemblan los victimarios; por ello Contravía es incómodo a veces, y cuestionante, siempre; por eso los que se sienten amenazados solo buscan canalizar su odio a través de campañas de desprestigio "ad hominem" para sacar a la luz las "mentiras" de un proyecto que solo ha enunciado "verdades". Por algo se trata del programa periodístico más premiado de la televisión colombiana.
El domingo 17 de abril de 2011, luego de la emisión dominical del programa, un aviso anunciaba el final de la temporada (que en otros casos es un eufemismo para decir: el final del programa pero que no será así para éste)y la invitación para unirse financieramente a la causa.

A través de las redes sociales inició una campaña de apoyo a Hollman y a su equipo que hoy está a punto de convertirse, según @Rosental Albes, un gran maestro en las artes del periodismo, en el primer colectivo independiente que haya financiado un programa de televisión agrupandose a través de internet, pero sobre todo, gracias a la calidad en las producciones que han hecho de contravía una valiosa alternativa periodística para quien quiere tener una visión menos sesgada de la realidad que el establecimiento quiere vendernos.

Aunque esta iniciativa ha sido todo un boom en el Barrio Twitter y en las demás redes sociales, sin embargo es lamentable que los medios nacionales no vean en ello una noticia. Razones tendrán que no controvertiremos. La Revista Semana hizo una pequeña alusión que duró casi menos de un día y que ya no aparece en su página web, mientras en su lugar han decidido desarrollar noticias del todo fútiles como los personajes que no fueron invitados a la próxima boda del principe Guillermo de Inglaterra. Peor ha sido el caso de los otros medios "noticiosos".

A pesar de que muchos quieran hacer caso omiso a la realidad, a @Contravia y a @HollmanMorris les deseamos muchos éxitos en esta titánica labor periodística, augurando que la respuesta sea masiva no solo consignando los 5 dólares propuestos, o más, sino, ante todo, consignando, a través de este tipo de programas, nuestra confianza en la posibilidad de un país que sepa enfrentarse con sensatez a su verdad histórica.

Donaciones a nombre de Fundación Contravía, HSBC Cuenta Corriente No. 015-098239-010 y Davivienda Cuenta de Ahorros No. 457300081173 Haga parte de la campaña #apoyoacontravia

JUDAS Y EL MESÍAS


Pasaba la tarde del jueves santo entre mis sólitas meditaciones y uno y otro trino. De pronto, me perdí de algo. Me había entretenido en alguna lectura pues el twitt estaba poco visitado ya que, seguramente, muchos andabán en sus rezos o en sus pecados.Cuando regresé al twitter me encontré con esta perla: Hacia las dos de la tarde un detractor del presidente Santos cuya cuenta es @GrandeUribe había participado en el hashtag #siJesúsfueraColombiano completando que "Judas no podría ser otro que @JuanManSantos". Acto seguido, una aduladora del expresidente Uribe con la cuenta @DayanaReal dio Retweets (RT)a este trino. Hasta aquí todo normal; el twitter es un gran barrio donde los vecinos suelen tirarse de los cabellos sin ni siquiera enterarse. Las adulaciones, como los insultos, van y vienen. Sin embargo, no paró todo allí. Al parecer el expresidente Uribe juzgó que había sido un trino digno de darle RT y parece ser que así lo hizo. Un atento se percató de ello y alcanzó a fotografiar el instante antes de que desapareciera del avatar tanto de la admiradora como del admirado (eso ya levanta de por sí sospecha). Aquí se puede apreciar el RT: http://twitpic.com/4nsrwc en el que después del trino aparece "Retweeted by AlvaroUribeVel".
Inmediatamente, el twitter, que parece un "pueblo chiquito" propagó la noticia. Cientos de trinos solicitaban al exmandatario que se pronunciara sobre si él había o no dado RT al "señalamiento".
Al cabo de una hora la cuenta de Uribe eludía el tema con este trino: "Juzguen con objetividad nuestra política internacional regional. Ojalá fueran más objetivos sobre nuestra política internacional...". Sin embargo, ante la constante insistencia incluso de sus defensores, de que se pronunciara al respecto, apareció este trino: "Algunos envían mensajes en mi nombre que no son míos".
La explicación de Uribe, sin embargo, no fue satisfactoria para la comunidad. Inmediatamente no fueron pocos los que aludieron al tema de las chuzadas: ¡el expresidente tiene chuzada su cuenta de twitter! Qué inseguridad la de Colombia.
Esta fábula de Judas y Mesías sea verdad, mentira, montaje o cualquier cosa que se le parezca debe dejarnos la típica moraleja esópica:
Si todo esto es verdad, Uribe estaría así confirmando una vez más que considera a Santos como un oportunista que aprovechó su cuarto de hora como Ministro de Defensa y luego, elegido presidente, vendió sus ideas al mejor postor para luego crucificarlas. Su acercamiento a Chávez, el tema de la ley de víctimas, el caso AIS, etc., son ejemplos de la distancia que el actual mandatario ha tomado con respecto al que fuera su mecenas. Su RT se trataría de un simpático apunte ("fustiga ridendo mores" decían los romanos), muy contextualizado además con el tema de la semana santa, pero salido de tono para un exmandatario y para cualquier ciudadano.
Si todo esto solo fue un montaje, de todos modos la moraleja queda: en este caso, "Cria fama y échate a la cama". La distancia entre Santos y Uribe ha sido tenida en cuenta durante esta semana por los medios de comunicación y no es un descubrimiento advertir que el expresidente en algunos casos ha exagerado en su cuenta de twitter haciendo un uso más bien petulante; aunque su defensor José Obdulio defienda el modo de actuar del expresidente en la red social, tanto detractores como simpatizantes pueden llegar a coincidir en que seguir a Uribe en twitter puede convertirse en toda una pasión (como para no salirnos del contexto de Semana Santa): los primeros porque es una pesada cruz que hay que soportar para poder criticarlo y porque genera noticia; los segundos, porque el mentando mesianismo - que en este caso es particularme autoreferencial y monotemático pues siempre en sus trinos defiende su causa - es más bien patológico y de allí lo pasional.

LA SEGUNDA PARTE
Habiendo creído que todo había quedado en una simple anécdota, los moradores del barrio Twitter nos encontramos el pasado viernes santo con una explicación de Tomás Uribe, hijo del expresidente, que dejó más lagunas que respuestas. En el primer trino Tomás escribió que "Estamos investigando quién utilizó cuenta de twitter de @AlvaroUribeVel para enviar mensaje ofensivo al Pte @JuanManSantos". Creo que en este caso, la versión era que se tratara de un hacker que hubiera podido dar RT al mensaje inicial. La comunidad no hizo esperar sus reacciones y creó un hashtag llamado #SiFueraElHackerDeUribe donde ya se podrán imaginar todos los trinos que corrieron.
Sin embargo, la explicación posterior de Tomás ha sido la que menos ha favorecido a su padre:"Es importante dar a conocer que cuentas twitter y facebook, y pagina web de AUV son co-administradas por un equipo de personas". Por supuesto, es evidente que una página web sea co-administrada por un equipo pues la información que allí se trata lo hace indispensable. Incluso el Facebook permitiría la ayuda de un Web Master; sin embargo, la cuenta de twitter, que es la tribuna en cuestión, Alvaro Uribe la ha administrado muy personalmente. En este caso, la explicación no sería la del hacker sino la del colaborador que piensa que hubiera agradado ese apunte al dueño de la cuenta. Más que cerrar el capítulo ello nos abre muchas más cuestiones. ¿Hasta dónde lo escrito en las redes sociales a su nombre refleja siempre la visión del exmandatario? ¿Qué clase de personas son las que hacen parte del equipo de co-administradores de estas redes? ¿Sus colaboradores son del ramo técnico o ideológico?
Habrá que ver en qué termina este episodio que hace parte de esa forzada y desgastada relación Juan Manuel - Alvaro que por más que quieran hacer ver como "normal" sin embargo está viciada. Por ahora, solo nos resta anotar que la megalomanía como los apasionamientos son siempre malos consejeros. Aún es tiempo de arrepentirse, como ya lo hicieron los implicados en este pequeño "chisme" del barrio twitter.